El fenómeno de recuperación de empresas en Argentina se enmarca dentro de los nuevos movimientos sociales de resistencia al modelo neoliberal vigente. Piqueteros, movimiento de desocupados, asambleas barriales, MNER se suman y solidarizan mutuamente constituyendo el tejido asociativo de resistencia y lucha en una Argentina que ha sido desvastada sistemáticamente desde hace ya tres décadas
Ocupar, resistir, producir es la voz que reivindica al Movimiento de las Recuperadas, voz que hoy se alza a más de 190 empresas.
Si bien existen antecedentes históricos locales e internacionales, este modo de lucha es inédita, ya que se genera desde un accionar impulsado desde prácticas sociales distante de todo poder económico político. Muy por el contrario la recuperación de empresas y fábricas se generan desde lo que ha excluido, marginado el poder en sus distintas dimensiones.
Son los trabajadores que, despojados de sus puestos de trabajo, emprenden la lucha de recuperación cuando la patronal deja de pagar sueldos, o abandona las fábricas cuando éstas no ofrecen la rentabilidad ambiciosa que caracterizó la lógica del empresario en la década de los 90.
La estrategia es tan simple y clara que hasta los propios trabajadores se asombran de su accionar cuando reflexionan acerca de lo transitado: RECUPERAR LAS FUENTES DE TRABAJO, algo tan normal, el derecho a trabajar hoy deviene en bandera de lucha frente a la lógica perversa de un capitalismo a ultranza.
Para la realización de este estudio, me contacté con organismos que nucleaban a las cooperativas, con economistas que estudian el movimiento, pero lo más importante, me contacté con los obreros y trabajadores que manejan las finanzas, comercialización y procesos productivos de las fábricas.
La hipótesis al encarar la recolección de datos era que, entendiendo que es un movimiento que tuvo su auge hacia mediados del 2003 y suponiendo que tanto los organismos no gubernamentales como los entes estatales habrían estado interesados en el desarrollo de un ambiente adecuado para que estas organizaciones de trabajadores pudieran perdurar en el tiempo e insertarse en un mercado que les permita la sostenibilidad, las conexiones comerciales serían fluídas.
La idea previa a la recolección de datos era que definitivamente debía existir algo así como un “mercado interno de cooperativas y recuperadas”.Pero estaba bueno poder estudiar esa red comercial y ver la forma de proyectar posibilidades de potenciar esas relaciones.
Las cooperativas de trabajadores y recuperadas son muchísimas a lo largo del país, la mayoría se ubican en la provincia de Buenos Aires y Capital Federal. Parcialicé en principio la investigación, y mi muestra se limitó a las industrias o cooperativas localizadas en esta área.
Para saber si había vínculo comercial entre las unidades, envié a todas ellas un mail con un formulario en el que figuraban los nombres de las cooperativas en las que cada uno debía responder indicando con una X a qué otra empresa le compraban insumos, productos o servicios y también de cuál eran proveedores.
Lamentablemente no obtuve respuesta de todos, asíque tuve que recurrir al llamado telefónico. Me comuniqué con la mayoría de los responsables de las cooperativas, pude hablar con ellos, contarles sobre el objeto de la investigación y pedirles las respuestas que vía e-mail no obtuve.
Tan predispuestos se mostraron para sorpresa mía que la investigación y el estudio en su totalidad de esta red resultó más que interesante y hasta placentera.
Quedé en compromiso con muchos de ellos, que me pidieron no perder el contacto y que, una vez concluya el trabajo, les hiciera llegar lo resultados y las conclusiones.
A continuación copio uno de los dibujo de red que analicé, el de la existencia de vínculo comercial entre las cooperativas y recuperadas de
Milgram plantea en su estudio de redes sociales un fenòmeno llamado clustering, que refiere a la tendencia a que dos nodos conectados a través de un tercero se conecten directamente entre si. Es decir, se puede entender como la tendencia que tienen dos conocidos comunes a un tercero a conocerse entre si. El clustering hace que la gran red social se parezca más a una red de redes que a una única red muy interconectada. En el lenguaje del análisis estructural diríamos que la red social real tendería representarse como un conjunto de "clusters" unidos entre si por puentes locales.
¿Qué tiene que ver con la red de recuperadas un pequeño mundo estudiado por este psicòlogo social? Mucho. Porque desde esta perspectiva teórica, los puentes que actúan como conectores garantes de los enlaces entre los nodos son los que aseguran mayor conexiòn entre los clusters, y generan un grafo de una red descentralizada, pero en el caso del movimiento de las recuperadas, los que podrían llegar a actuar como esos “hubs” o conectores serían las agrupaciones que agrupan mediante servicios de asistencia técnica y financiera a las distintas cooperativas de trabajo, pero Pese al compromiso social con el que encaran el trabajo las agrupaciones que se encargan de brindar asistencia técnica a los obreros, y pese a la necesidad de insertarse en un mercado que permita la sustentabilidad del emprendimiento, la red comercial entre las recuperadas no está aún hoy, bien desarrollada. Es decir, en términos quizás más técnicos, no existe una conectividad entre los nodos que refleje un grafo de red altamente conectada.
Los puentes garantizan la existencia de uno o más caminos entre dos nodos, pero para eso hace falta que los nodos de los que surgen los puentes sean verdaderos conectores ("hubs"), que estén muy conectados con distintos clusters y conectados entre si. A simple vista, en la red del mercado de las recuperadas no hay hubs, porque no hay una organización de intercambio comercial dinámico.
Se puede observar sí, en cuanto a cercanía y a rubro una relación más estrecha entre determinados nodos, pero no significa esa apreciación que realmente se pueda afirmar la existencia de un mercado interno de recuperadas y de cooperativas que permitan una solvencia básica a los grupos de trabajo en pos de poder insertarse luego en un mercado interno mucho más competitivo. Mucho más lejana aún está la posibilidad de ingreso al mercado de la exportación.
Y fue para sorpresa mía, - y creo que a esto se debía el interés mostrado por los trabajadores en el proyecto que les presentaba telefónicamente-, el comprobar la existencia de una muy débil conexión entre las distintas recuperadas y cooperativas de trabajo, habiendo conocido también a los coordinadores de los organismos que nuclean a los trabajadores devenidos en empresarios y los orientan para una mejor administración y sustentabilidad económica de la fábrica.
Pero en esta línea también, -y ya pensándolo como una perspectiva de trabajo o de proyecto-, analizando estos resultados desde la visión de Granovetter, entra en cuestión la importancia de los vínculos débiles. Tanto los trabajadores/empresarios con los que pude hablar, y algunos de los coordinadores de los organismos de asistencia con los que pude contactarme, encontraron que había un aspecto no explotado ni trabajado aún, del que podía en algún momento depender el éxito de sus negocios: el fortalecimiento de los vínculos comerciales entre las cooperativas.
Al momento de establecer el primer vínculo con la propuesta, se les presentó como “una investigación más sobre el surgimiento del movimiento”, sin sospechar que luego de poder analizar la complejidad de estas relaciones, desde su complejidad misma, se les podría llegar a presentar una posibilidad de encarar un nuevo camino que los lleve hacia la construcción de una factible red distribuida de comercio entre las fábricas recuperas y cooperativas de negocios.
Hasta aquí un resumen de la actividad de investigación en torno a la red de cooperativas y recuperadas de la provincia de Bs. As y Capital Federal.
[1] Fuente: Contacto Representantes de Movimiento Nacional de Recuperadas
